Los Niños de Somalia (Isidora Vásquez) 7ºB

Hoy, me puse a pensar, y me di cuenta que llevo 12 años siendo una niña feliz, con privilegios, con una casa, comida, familia, colegio, amigas; y tantas cosas por las cuales debería ser feliz, pero aún así, nunca me he conformado con nada.  Empecé a compararme con las personas de escasos recursos, me dio pena  y rabia… me sentí como una niñita malcriada, pero fui más allá de pensar en la gente pobre, pensé, en los niños de Somalia…

Cuando me libré de estos pensamientos, me di cuenta de que puedo hacer algo por ellos… bueno, eso creo; y que debo empezar por tener una auto reflexión conmigo misma, ser feliz como soy, porque comparada con ellos, soy ¡millonaria!.  No en un sentido monetario, sino, que en todas esas razones que nombré al principio, y que también puedo ser rica en felicidad, algo que ninguno de nosotros  estamos seguros de serlo, ya que nunca agradecemos nada, no disfrutamos nuestros pequeños privilegios, y no disfrutamos, principalmente, la vida… Me di cuenta, de que, aunque no lo crea, soy feliz, en comparación a aquellos niños de Somalia, que nunca han soltado una simple sonrisa…pues su hambre no lo permite.

Cuantos amargados e infelices andan por la vida, diciendo que es injusta, por pequeñas cosas que no les agradan, pero, ¿En realidad la vida es INJUSTA para ellos?, ¿Acaso nunca ellos se han puesto a pensar cuando en realidad la vida es INJUSTA?. Qué injusta ¿no?, ¡qué injusta!, injusta para aquellos niños de Somalia, los cuales no tienen la culpa de vivir en esas condiciones, ellos no eligieron esta vida, pero esos amargados e infelices, si eligieron no sonreírle a la vida y disfrutar lo que tienen…

Qué indignación, ya van 29 mil niños muertos en Somalia, mueren, imagínense ustedes, por falta de alimentos, es decir, por falta de esa comida, que cuando no nos gusta botamos, por falta de esa agua que dejamos correr cada vez que nos lavamos las manos o simplemente los dientes… Somos unos inconscientes, sólo por el hecho de desperdiciar lo que tenemos… Ahora, ahora es cuando debemos actuar para detener esto, pero para detenerlo, primero tenemos que cambiar nosotros mismos, ser felices es lo más importante en la vida de cada persona en este planeta, pensemos que ser feliz también es importante para esos niños… Por lo tanto ayudémoslos a ser felices, para sí también serlo nosotros mismos, porque si ayudamos al prójimo así ellos van a ser felices, no con solo decir que lo somos, sino demostrándolo con nuestras acciones…